Has pasado por la pubertad y ahora es el turno de tu hijo preadolescente de hacer la transición de niño a adolescente. Va a ser todo un viaje, para los dos. Si bien usted tiene la perspectiva de saber que la pubertad eventualmente terminará, su hijo preadolescente la está viviendo ahora y es posible que no se dé cuenta de que los desafíos son solo temporales. Dicho esto, puede ayudar a su hijo durante la pubertad y no requiere más que un poco de tiempo, paciencia y empatía. Aquí le mostramos cómo hacer que la pubertad sea mucho más fácil para su preadolescente.
Índice
Consejos para ayudar a su hijo a superar la pubertad
El primer paso para ayudar a su hijo durante los altibajos de la pubertad es prepararlo para los cambios inevitables. La clase de educación sexual de su hijo probablemente tocará el tema de la pubertad e incluso puede responder a todas las preguntas de su preadolescente. De lo contrario, asegúrese de hacerle saber a su hijo preadolescente que puede responder preguntas y que no se siente raro al hacerlo. Un libro sobre la pubertad también sería útil y le permitirá a su hijo preadolescente un poco de privacidad cuando aprenda sobre la pubertad.
Instruir
Llegará un momento en que su hija necesitará saber cómo usar una toalla higiénica o un tampón, o su hijo necesitará saber cómo afeitarse o lidiar con crecimientos acelerados incómodos o cambios de voz. Asegúrese de darle a su hijo las herramientas que necesita para hacer lo que debe hacer.
Su hijo preadolescente también necesitará saber que la higiene personal será más un problema ahora, así que recuérdele a su hijo que las duchas deben ser frecuentes, al igual que el uso de desodorante y otras prácticas de higiene personal.
Si no se siente cómodo enseñando a su hijo estas nuevas habilidades, asegúrese de que tenga a alguien que pueda hacerlo, como un hermano mayor, o quizás un primo o un mejor amigo. También puede considerar recurrir a recursos en línea para obtener instrucciones sobre cómo afeitarse, tratar el acné o controlar el cabello graso.
Ser paciente
Es probable que su hijo experimente cambios de humor u otros arrebatos emocionales. Ser paciente. Su hijo preadolescente necesita saber qué comportamientos son inaceptables y antisociales, pero también necesitará saber cuándo está bien dejar que su hijo adolescente saque sus sentimientos de su sistema.
Usted conoce a su hijo mejor que nadie, así que siga sus instintos cuando decida cómo lidiar con un preadolescente demasiado emocional. Ayude a su preadolescente a aprender cómo lidiar adecuadamente con sus emociones cambiantes. A veces, un poco de tiempo a solas puede hacer maravillas, o la actividad física puede ser la solución. Las distracciones pueden ayudar a que su hijo preadolescente tenga tiempo para poner las cosas en perspectiva u olvidarse de ellas por completo.
No descarte los cambios físicos
Su hijo está creciendo y se están produciendo cambios físicos. Según el día, su hijo preadolescente puede estar emocionado o horrorizado por los cambios. No descarte los sentimientos de su hijo. Su hijo preadolescente puede estar ansioso por el acné, los cambios de voz, el desarrollo de los senos u otros cambios físicos.
Proporcione apoyo y ayude a su hijo preadolescente a solucionar los cambios por los que está pasando. El acné puede ser especialmente problemático para su preadolescente, así que asegúrese de abordarlo y, si es necesario, consulte al pediatra de su hijo para que le aconseje sobre cómo controlarlo.
Mantenga abiertas las líneas de comunicación
Los años de la preadolescencia y la adolescencia requieren una gran cantidad de apoyo, tanto de la familia como de los amigos. Asegúrese de que su hijo tenga un círculo social fuerte y amigos con quienes hablar sobre problemas y desafíos. Además, hágale saber a su hijo preadolescente que está disponible para ayudar o hablar cuando su hijo adolescente necesite un oído comprensivo. Un hermano mayor también puede proporcionar la instrucción y el apoyo necesarios.
Asegúrese de que haya una salida
La pubertad y los años de la adolescencia pueden ser estresantes, incluso en las mejores circunstancias. Asegúrese de que su hijo tenga una salida para sus frustraciones. Las actividades después de la escuela, los pasatiempos, los deportes y otros intereses pueden ayudar a distraer a su hijo de los problemas y proporcionar una manera para que su preadolescente se reagrupe y siga adelante.
Asegúrese de que su hijo encuentre tiempo para hacer algo que realmente quiera hacer. Incluso puede considerar unirse para darle a su hijo la oportunidad de abrirse a usted y compartir detalles de su día.