Cómo resolver los problemas o el llanto mientras se da el pecho

¿Tu bebé es quisquilloso cada vez que le ofreces el pecho? ¿Lloran, dificultando la lactancia? Puede ser angustiante cuando su bebé está irritable mientras le da el pecho.

Mi bebé siempre se ponía quisquilloso cuando se alimentaba, especialmente más tarde en el día, se agarraba pero en pocos minutos comenzaba a llorar. Las comidas tardaban una eternidad, y yo no podía entender lo que estaba mal.

Me preguntaba si era mi culpa. ¿Estaba haciendo algo malo? ¡Quizás a mi bebé no le gustaba el sabor de mi leche!

Así que investigué un poco y descubrí que hay muchas razones por las que un bebé puede estar molesto durante la lactancia. Permítame compartir mis ideas con usted y ayudarle a averiguar por qué su bebé se pone molesto en el pecho.

¿Cuál podría ser el problema?

La mitad de la batalla es descubrir por qué tu bebé está llorando y alborotando en primer lugar. Lo único que quieres es saber que tu bebé está tomando suficiente leche y prosperando. Pero es difícil estar seguro cuando se prende y se quita todo el tiempo, llorando entre medio.

Echemos un vistazo a algunas de las cosas que hay que considerar para resolver este problema.

1. El bebé no se está enganchando

Si su bebé está molesto o llora, conseguir que se agarre para alimentarse puede ser un desafío. Ya sea que esté cansado, sobre estimulado o simplemente hambriento, es poco probable que un bebé que llora se prenda.

La solución

Empiece a amamantar a su bebé mientras esté tranquilo y despierto, y antes de que tenga mucha hambre. Esté atento a las primeras señales de hambre, como por ejemplo, arrancar las raíces, chasquear los labios, chuparse las manos, sacar la lengua o despertarse del sueño. El llanto es un signo tardío de hambre.

Envolver a su bebé y sostenerlo cerca, bajar las luces o mudarse a un lugar pacífico y tranquilo, también puede ayudar.

Otra cosa que puedes intentar es apretar unas gotas de leche en tu pecho para atraer al bebé a que se agarre. El sabor y el olor de la leche podría estimularlos a alimentarse. Cambiar de posición o cambiar de pecho también puede funcionar a veces (1).

2. El flujo de leche es demasiado rápido o demasiado lento

Prestar atención a cuando su bebé empiece a llorar puede arrojar algo de luz sobre la razón.

Si su bebé está más quisquilloso por la mañana, puede ser que sus pechos demasiado llenos liberen demasiada leche demasiado rápido. Sus pechos se han llenado de leche durante la noche y el bebé no puede soportar esta fuerte bajada.

Por el contrario, si son más quisquillosos por las noches, tal vez la liberación de la leche es demasiado lenta y se frustran. Se impacientan esperando el flujo de leche que viene con la bajada y empiezan a llorar.

La solución para el flujo rápido de leche

Una fuerte liberación de leche, o una bajada hiperactiva, puede hacer que su pequeño se ahogue, se atragante o tosa cuando se alimenta. Puede que se desprenda del pecho porque no le gusta o no puede hacer frente al flujo rápido. También podrían estar tragando mucho aire con la leche y tener gases, lo que causa más molestias.

Algunas de las cosas que puedes hacer para contrarrestar esto son:

  • Exprimir antes de alimentar: Bombear un poco de leche antes de la alimentación, o extraerla a mano, puede ayudar a disminuir la velocidad del flujo. Después de que sienta la primera bajada de leche y vea que el flujo se reduce, ponga a su bebé en su pecho.
  • Recuéstese cuando esté amamantando: Adoptar una posición de alimentación relajada con su bebé acostado encima de usted puede disminuir el flujo. Puede sujetar al bebé y luego recostarse contra algunos cojines o almohadas. La leche fluirá en contra de la gravedad y no caerá por la garganta del bebé.
  • Eructa regularmente: Cuando la leche fluye rápido, es probable que el bebé trague mucho aire mientras se alimenta. Un bebé con gases es un bebé quisquilloso, así que eructe con regularidad, durante y después de la alimentación.
  • Alimenta un lado a la vez: Alterne sus pechos en cada comida. De esa manera, una vez que el flujo se reduce en el pecho del que se alimenta el bebé, pueden dejar de preocuparse.
  • Tómese un descanso en la alimentación: Si su flujo es demasiado para su pequeño, retírelo del pecho por unos segundos. Deje que el exceso de leche se filtre en una toalla y, cuando se detenga, ofrézcale el pecho de nuevo. Esto puede hacer que su bebé se ponga más quisquilloso durante un tiempo, pero a la larga dará sus frutos.

La solución para el lento flujo de leche

El bebé tiene hambre pero tu leche no llega lo suficientemente rápido. Sé cómo me siento cuando quiero algo de comer o beber y no puedo conseguirlo… Creo que la palabra que se usa para describirlo hoy en día es «hambre». Bueno, ¡los bebés son iguales! Pueden ponerse quisquillosos y frustrados porque no les llega la leche lo suficientemente rápido.

Afortunadamente, hay cosas que puedes hacer para combatir un flujo lento o un retraso en la bajada. Estas incluyen:

  • Estimular el flujo: Ya sea bombeando o extrayendo un poco de leche con la mano antes de prenderse puede iniciar su reflejo de bajada. Una vez que tenga un flujo constante, entonces podrá poner a su bebé en su pecho.
  • Compresa caliente: Use una toalla o compresa tibia durante unos minutos, para estimular la bajada. Colóquela en sus senos justo antes de cada toma.
  • Masaje: Masajear los pechos antes y durante la alimentación puede ayudar a que la leche fluya un poco más rápido.
  • Prueba con las compresiones de pecho: Si nota que su bebé está a punto de empezar a preocuparse y puede que se le abra, apriete el pecho. Esto le proporcionará a su bebé una ráfaga de leche, manteniéndolo activamente alimentado.
  • Ponte cómodo: Amamantar a un bebé quisquilloso también puede ser frustrante para ti. Intenta alimentarlo en una posición relajada, lejos de las distracciones. Es el momento perfecto para concentrarse en su bebé.
  • Asegúrate de que tu bebé tome suficiente leche: Todo ese alboroto y llanto puede hacer que su pequeño se canse y se duerma en el pecho antes de haber comido lo suficiente. Intente estimularlo para que siga alimentándose haciéndole cosquillas en el pie o acariciándole la mejilla. Cuanto más coma su bebé, en general, más leche producirá.
  • Algunas cosas que hacer y otras que no: Cuando amamante, evite fumar y el alcohol. Además, trate de mantenerse alejado de los refrescos y el café. Todo esto podría afectar su producción de leche. Asegúrate de llevar una dieta equilibrada y de mantenerte hidratado también (2).

3. El bebé está pasando por un periodo de crecimiento acelerado

Hay momentos durante el primer año de vida de un bebé en los que pasa por etapas de crecimiento. En este momento, su peso y su longitud aumentarán, así como el perímetro de su cabeza.

Acompañando a un crecimiento acelerado, su bebé puede querer alimentarse más y puede volverse quisquilloso. No es raro que un bebé se alimente de repente hasta 18 veces en 24 horas.

Aunque una no conduce necesariamente a la otra, tiene sentido que un crecimiento acelerado y una repentina y frecuente alimentación vayan de la mano. Su bebé necesitará más leche para soportar el crecimiento repentino, y amamantarlo más aumentará naturalmente su suministro.

Durante este tiempo, los bebés también pueden volverse más quisquillosos de lo normal. Pueden parecer inquietos, pegajosos y no dormir tan bien como de costumbre.

Las rachas de crecimiento generalmente ocurren varias veces durante el primer año. Estos son en:

  • Dos semanas de edad.
  • Tres semanas de edad.
  • Seis semanas de edad.
  • Tres meses de edad.
  • Seis meses de edad.

No todos los bebés seguirán este calendario, algunos pueden tener más estirones de crecimiento o pueden estar en momentos diferentes. Para algunos bebés, puede que no haya ningún cambio en su comportamiento cuando tengan un periodo de crecimiento.

La solución

Durante este tiempo, siga el ejemplo de su bebé. Responda a sus necesidades, ya sea que se trate de más comidas, mimos adicionales o simplemente un tiempo de tranquilidad y una siesta.

Su bebé podría ponerse quisquilloso si no está produciendo toda la leche que quiere. La oferta puede tardar un día más o menos en alcanzar la demanda. Cuanto más deje que su bebé se alimente, más leche producirán sus pechos.

Puede ser que su bebé todavía parezca tener hambre después de la hora normal de comer, así que no tenga miedo de volver a amamantarse. Manténgase bien durante este tiempo manteniéndose hidratada y comiendo comidas equilibradas. Recuerde que usted no es una supermujer y deje que su familia y amigos le ayuden con los quehaceres y las compras mientras dedica su tiempo al bebé (3).

4. El bebé está pasando por una etapa de desarrollo

Su bebé está en constante desarrollo mental y aprendiendo nuevas habilidades sobre la marcha. Puede ser un poco abrumador y confuso para ellos y puede haber semanas en las que estén más quisquillosos de lo normal. A veces llamadas semanas maravilla, pueden explicar los cambios de humor de su bebé (4).

Es posible que durante estos períodos su bebé se vuelva más curioso y distraído a la hora de alimentarse. Puede que quiera alimentarse más o, por el contrario, no se quede enganchado el tiempo suficiente para una buena alimentación. Puede estar malhumorado, irritable y llorar mucho cuando intenta amamantar.

La buena noticia es que estos períodos generalmente sólo duran unos pocos días y el bebé vuelve a sus patrones de comportamiento normales. No todos los bebés encajan en el patrón de las semanas maravillosas y se desarrollan en diferentes momentos.

La solución

Alimentar al bebé en una habitación tranquila donde probablemente haya menos distracciones. No hay nada peor que tener una situación en la que se agarra, luego escucha a papá o ve al perro y deja de alimentarse (o peor aún, ¡gira su cabeza con tu pezón todavía en la boca!). Tratar de que su bebé preste atención puede hacerlo más quisquilloso y terminar en una batalla constante.

Durante estos períodos, es posible que también descubra que su bebé es más quisquilloso y quiere alimentarse más a menudo. Una vez más, siga sus indicaciones y dele el tiempo y la atención adicionales que necesita.

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5. El bebé necesita eructar

Los bebés a menudo se quejan, lloran o se alejan del pecho cuando necesitan eructar. Un flujo rápido de leche puede exacerbar esto. También pueden tragar más aire cuando están nerviosos, o tragar leche más rápido de lo normal si tienen demasiada hambre.

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La solución

Los bebés amamantados tienden a no necesitar eructar tan a menudo como los alimentados con biberón. Sin embargo, hay veces en que el gas puede hacerlos sentir incómodos y necesitan sacarlo.

Si su bebé está molesto, deje de alimentarlo e intente hacerlo eructar. Si le dejas seguir comiendo mientras llora, puede tomar más aire y empeorar el problema. Eventualmente, puede terminar con ellos escupiendo.

Es una buena idea hacer eructar a tu pequeño en mitad de la comida, aunque no parezca estar muy incómodo. Intente hacerlo cuando cambie de pecho o cuando el bebé se cierre el pezón.

Otras razones para llorar durante la lactancia

Hemos examinado algunas de las principales razones por las que su bebé podría estar llorando mientras lo amamanta. Hay algunas otras cosas que pueden causar esto, incluyendo:

  • El bebé prefiere un lado: Su suministro de leche puede ser mejor en un pecho que en el otro. Esto puede ser evidente si el bebé sólo se preocupa cuando se le alimenta de un lado.
  • Dentición: Este puede ser un momento doloroso e incómodo para el bebé y puede que se preocupen más al alimentarse. Podría darse cuenta de que está sucediendo cuando le aprietan el pezón y siente los dientes a través de las encías. Créeme, no están tratando de hacerte daño, sólo quieren aliviar su dolor (5).
  • El bebé ha comido suficiente: Si su pequeño empieza a preocuparse hacia el final de la comida, esto puede ser una señal de que ha tenido suficiente. Intente ofrecerle el pecho de nuevo unas cuantas veces y, si no lo quiere, siga adelante. Si ha descartado cualquier otra causa de su llanto, su pequeña barriga puede estar llena.
  • El bebé quiere ser pacificado: Su pequeño puede estar lleno hasta el borde y sólo quiere mamar, pero se frustra porque la leche sigue fluyendo. Este podría ser un buen momento para ofrecerle un dedo o un chupete para que se amamante, para calmarlo.
  • Zorzal: Esta infección fúngica puede afectar a los pezones o a la boca del bebé. Si su bebé tiene candidiasis bucal, la alimentación le resultará incómoda y puede ponerse quisquilloso. Si sospecha esto, póngase en contacto con su proveedor de atención médica (6).
  • El bebé está resfriado: Tratar de alimentarse y respirar al mismo tiempo no es un paseo en el parque para un pequeño. Se pondrán quisquillosos y se separarán mucho del pecho. Intente limpiar su nariz o pida consejo a su pediatra.
  • Sensibilidad o alergia a los alimentos: Mientras que usted podría disfrutar de un curry para la cena, su bebé puede no hacerlo. Lo que usted come viene en la leche, y puede que no le guste el sabor o el olor. Puede que note que son más quisquillosos cuando ha consumido ciertos alimentos que no les gustan o a los que son alérgicos (7).
  • Reflujo: Aunque no es tan común en los bebés amamantados, a veces la comida regresa del estómago del bebé. Esto puede hacer que lloren y se sientan incómodos al alimentarse (8).Hable con el médico de su bebé si sospecha que ésta es la causa del llanto de su bebé en el pecho.

El resultado final

Aunque hay muchas razones por las que un bebé puede ser quisquilloso cuando se le da el pecho, hay que tener en cuenta que todos los bebés se ponen de mal humor a veces. Puede que la causa no sea la lactancia.

A veces vale la pena volver a lo básico y acurrucarse piel con piel, bañarse con el bebé o salir a pasear y cambiar de aires. Cuando su bebé esté tranquilo y asentado, entonces intente alimentarlo de nuevo. Puede que descubra que esta es una opción más exitosa.

Cada día y cada comida puede ser diferente, así que no te desanimes y piensa que la lactancia no es para ti y tu bebé. La perseverancia puede valer la pena y, una vez que identifique por qué su bebé se preocupa, podrá tener momentos de tranquilidad y de unión.

Esperamos que haya disfrutado de nuestras ideas sobre por qué su bebé es quisquilloso o llora mientras le da el pecho, y que haya aprendido algunos consejos útiles. Por favor, déjanos un comentario sobre tus experiencias y compártelas con otras mamás para que ellas también se beneficien.

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